Pasar al contenido principal

EL AUTOMÓVIL PARTE IMPRESCINDIBLE DE LA MOVILIDAD

Cerrado el año 2018 el sector del automóvil presenta un crecimiento interanual del 6% superada la expectativa que se había generado para 2018 a finales de 2017.

Este resultado se produce pese a las adversidades que durante el ejercicio se ha topado el sector de la automoción. Por una parte, las medidas de endurecimiento en las pruebas de medición de las emisiones en la fase de homologación, con la introducción del sistema WLTP cuya normativa práctica entró en vigor en agosto, desvirtuando el mercado en los meses siguientes. Por otra parte, los anuncios precipitados realizados por el Gobierno de España, sobre prohibición de venta y circulación de los vehículos diésel a partir de 2040 y 2050 respectivamente, y ello junto al anuncio de incremento de la presión fiscal sobre el diésel (en este caso no extensible a Canarias). A estas circunstancias se une la conocida persecución sistemática que se realiza contra el automóvil, con planteamientos o anuncios de prohibiciones de circulación o cierre de calles o de obstáculos al acceso a las ciudades.

El sector del automóvil tiene totalmente asumido la necesidad de adaptarse a las nuevas demandas sociales como a la realidad medioambiental. Pocos sectores tradicionales de alto componente tecnológico han hecho esfuerzos inversores para dar respuesta a esta situación como lo ha hecho el sector automovilístico, algo evidente si comparamos este sector al marítimo o al sector aeronáutico. La disminución de los consumos, como igualmente la disminución de las emisiones en los vehículos térmicos, han sido ciertamente muy destacables en los últimos años, como la inversión y ya comercialización de vehículos de energía alternativa, como son los vehículos híbridos o eléctricos.

Pese a ello, las medidas propuestas no solo en España, sino otros muchos estados de la Unión pasan por establecer plazos para la eliminación a término de los vehículos de combustión. Es aquí donde disiente el sector.

Por una parte, la industria considera que los vehículos de combustión nuevos presentan unos niveles de consumo y emisión realmente bajos. Es el parque más antiguo el que genera la mayor parte de la contaminación por emisiones y realiza un mayor consumo de combustible. Por tanto, restringir de manera absoluta los vehículos térmicos, como se está haciendo o planteando en algunos puntos de Europa, fundamentalmente respecto a los vehículos diésel sin distinción parece contraproducente.

Es por ello que el sector considera que realmente lo que debería apoyarse es la renovación del parque móvil. Por otro lado, la incorporación de los vehículos alternativos, fundamentalmente la movilidad eléctrica, debe realizarse teniendo en cuenta la realidad del mix energético dado que puede ocurrir que teniendo en cuenta el punto de generación de suministro de la energía para esos vehículos (supongamos centrales térmicas como ocurre en Canarias) aun tratándose de vehículos eléctricos pueden estar contaminando finalmente más que un vehículo térmico, donde actualmente existen vehículos de muy bajas emisiones, tanto de CO2 como de partículas.

Por esto entiende el sector que se debe, al menos en estos momentos, para el desarrollo de políticas ambientales respecto a sector del automóvil, favorecer la renovación analizando más que la tecnología aplicada las emisiones finales completas de cada vehículo.

Por otra parte, desde el sector se plantea que la movilidad es un derecho fundamental de los ciudadanos. Existe una demanda real que la administración no puede obviar, siendo el vehículo privado una parte fundamental para satisfacer esta necesidad. Favorecer la renovación del parque implica adoptar medidas que lo favorezcan, y para el sector es fundamental que el acceso de los usuarios al automóvil sea razonable y no un elemento meramente recaudatorio. Por ello, al margen de otras medidas de apoyo que se pudieran adoptar, es preciso en el caso de Canarias, aplicar al automóvil el tipo general del IGIC, como ocurre con la mayoría de los productos y servicios que se consumen en las islas.

Si realmente existe un interés por favorecer el medio ambiente y la necesidad de movilidad de los canarios, no es de recibo seguir considerando al automóvil un producto de lujo haciéndolo tributar a tipos incrementados como solo ocurre en las islas. Estos planteamientos perjudicarán la renovación del parque y la movilidad de los canarios, pero sobre todo perjudicará a las clases económicamente más débiles.

Rafael Pombriego Castañares

PRESIDENTE DE FREDICA.