TODO EL SECTOR DEL AUTOMÓVIL PIDE A LA COMISIÓN EUROPEA NO APLICAR LA NORMATIVA DE EMISIONES EN 2020

Los fabricantes europeos de automóviles, la industria auxiliar de componentes, los distribuidores europeos del automóvil y los servicios de posventa unidos solicitan a la Comisión Europea que paralice la puesta en marcha de la normativa sobre emisiones que comienza este año.

La grave crisis generada por el Coronavirus que ha significado la práctica paralización de todas las fábricas de automóviles en Europa, como igualmente ha ocurrido con el sector de fabricación de componentes, y que lógicamente ha repercutido en la misma situación al sector de la distribución operada por importadores y concesionarios como operadores de posventa, ha obligado a toda la industria a solicitar de manera urgente que se posponga la plena entrada en vigor de la normativa sobre emisiones.

Esta norma obliga a todos los fabricantes a obtener medias de emisiones de CO2 por debajo de los exigentes límites fijados por la Unión Europea so pena de sufrir durísimas sanciones (de 95 euros por cada gramo de CO2 que supere el límite fijado). Esto supondría multas multimillonarias para los fabricantes que no cumplieran. Dado que se establece un periodo de transición con un primer año que excluye el 5% de la flota y que los límites se van incrementando en el tiempo, desde las organizaciones se solicita la paralización al objeto de retrasar la entrada plena vigor pues se entiende que 2020 es un año perdido para toda la industria de la automoción.

No se trata de cuestionar las normas dictada por la UE, pues el compromiso del sector en la lucha contra el cambio climático y de des carbonización es clara, sino de tener en cuenta esta crisis excepcional al objeto de no perjudicar la actividad económica de un sector que significa el 10% del PIB de Europa, que emplea a más de seis millones de trabajadores en el continente, que genera más de 57 billones de euros de inversión cada año en investigación y genera actividad comercial por valor superior a los 84 billones de euros.